Antonio
Bueno Don Francisco, nadie le obliga a asistir.
Entra Maese el organista
Antonio
Vaya, el libre soñador de la filosofia y cruz.
Maese el organista
Desde la oreja satelite en la amaca escuchado, permiteme.
Se sienta, trae en la mano un vaso para el café.
Entiendo su crítica que no es del todo palabrerio y de sugerir recontragongorado ennarizado que resulta… embriagador.
Francisco
Rie
¡Ya firmó su asiento y deja huella donde mira!*
*Es una manera exagerada de decir, que resalta el caracter el personaje desde que ha llegado
El maese ignora este tipo de comentarios a lo largo de la obra
Maese
Y bien es cierto que los españolitos se pierden de bruces a dos brazos de un rio que acaban siendo dos diferentes y dos mismos en su demagogia, y el que no, escapa como don Guido al jueves santo.
Antonio
Y a nosotros que más nos dará.
Entra María la cabrera
María la cabrera
¡Habló el señorito, como es del norte!
Entra con otra cafetera y hojaldres
María
¿Cómo el pueblo se somete en una semana? Sevilla, ciudad barroca. ¡Ja! Venga, deja de palmar donde escuece. Si es barroca y aquí nos quedamos, que ni en bellas artes avanzan. Mala maña les dan y encierran a la pobre demanda de Sevilla, malo para el que quiera salir de esta ciudad.
Maese
Eramos pocos…
María
¡Y con mi voz refuté a los ilustres! Dominaré el mundo…
Maese
Con tus ovejas…
María
¡Con mis ovejas y con un barco pirata! Y ¡miiraaa! (ella se presentaba con un camison de dormir, y ahora caen todos en la cuenta que lleva unas botas de militante)
Francisco
¡Si! Y yo tocaré la guitarra y escribiré poesias, como aquel de Cadiz, o… o como…
Maese
Quevedo o Machado si te parece…
Francisco
Ay, Espinosa te oiga…
Se refiere a Pedro Espinosa poeta y antólogo español del Barroco.
Antonio
Rebeldes bien alimentados del siglo XVIII
Refiriendose al resto del grupo y a los romanticos
María
Porque las mujeres no os echan cuenta.
Antonio
No empieces
Francisco
Es como vestir una blanca de fuerza.
Antonio
Como en las peliculas…
María
Las que teneis.
Francisco
Por mucho que hago… no puedo cogerlas ni usar mis manos…
María
Oh, que labia.
Francisco
Antonio, aprende el truco. Que con una caja vieja sin resucirtar pantanos muertos me plante en Abelardo Sanchez.
María
Te quejas de vicio…
Francisco
Qué sé yo, si viajo un dia por la neblina y las ramas de los arboles sin hojas, caducas y me planto en un banco como la verdina o como Dracula.
Antonio
Puede ser tan verdad como que cada mañana sale el sol.
María
Yo… me iré a Madrid.
Francisco
Y aqui nos dejas tranquilos.
María
Que tranquilo, ciertamente que hay mas de un hombre en la sala, que cuando estas solo con mis cabras bien que me pides habla y lana.
[…]